¿Sabíais que esta fachada se diseñó para "dialogar" con el Palacio Real que tiene justo enfrente?
La Catedral de la Almudena es única por muchas razones, pero su exterior neoclásico es una de las más curiosas.
Si os fijáis, sus líneas rectas, el color gris y blanco de la piedra y su sobriedad encajan perfectamente con el estilo del Palacio Real.
Esto no fue casualidad: cuando se retomaron las obras en el siglo XX, los arquitectos decidieron cambiar el plan original (que era gótico) para que el templo no desentonara con su majestuoso vecino.
El resultado es esta fachada monumental y equilibrada que se ve increíble bajo el cielo de Madrid.
Para los amantes de los datos históricos : La construcción de la catedral fue un proceso larguísimo que empezó en 1883 (con la cripta) y no terminó hasta 1993, ¡más de un siglo!.
El proyecto inicial del Marqués de Cubas era neogótico, pero tras la Guerra Civil, los arquitectos Fernando Chueca Goitia y Carlos Sidro ganaron el concurso para darle este nuevo aire clásico al exterior.
No os perdáis los detalles: las estatuas que coronan la fachada representan a los doce apóstoles y son obra del escultor Luis Sanguino.
Es la pieza que le faltaba al puzle arquitectónico de la Plaza de la Armería.
¿Sois más del estilo sobrio del exterior o del colorido moderno del interior?
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