El Río Columbia: Cascadas y Mount Hood.


El Río Columbia: Cascadas y Mount Hood.

Afortunadamente hoy tuvimos desayuno en el hotel. Especie de tortilla con tomate y queso, salchichas y huevo cocido. Nada como para tirar cohetes, pero mucho mejor que nada.

Hoy la ruta nos llevaría al rio Columbia, el llamado Columbia Gorge y las cascadas que se encuentran a lo largo de la Historic Columbia River Highway.

Esta histórica carretera, llamada 30, corre paralela a la autopista 84. El mejor lugar para empezar es tomando la salida hacia Corbett. 

Muy cerca podremos encontrar el primer mirador en Portland Women’s Forum Overlook.


Vista del río Columbia desde la Bridal Veil Falls.

Unos pocos kilómetros después llegamos a uno de los puntos más importantes del recorrido: Vista House en Crown Point. 

Este pequeño edificio circular en lo alto de una de las colinas que se extienden a ambos lados del río Columbia, sirve como increíble punto de vista del Columbia River Gorge. Los altos precipicios que bordean el río se hacen muchos más bruscos y escarpados en este punto.


Vista House en Crown Point

En el propio edificio encontramos un pequeño museo relacionado con el río Columbia, una tienda de regalos, baños para los más desesperados y una mesa de ayuda al turista, en donde es conveniente hacerse con un mapa de las principales paradas en la ruta que vamos a iniciar, e incluso sobre atracciones cercanas como el gigante Mount Hood.


Vista del río Columbia.

Bajando del Vista House, llegaremos en pocos millas a Latourell Falls, a las cuales podemos acceder tras un corto paseo. 

Son la únicas a las que nos podremos acercar hasta relativamente cerca, pues la caída de agua apenas cubre unos centímetros y dado el caso, nada recomendable, podremos situarnos prácticamente justo  debajo del agua.


Cascadas de Latourell.

Vista de las cascadas desde abajo.

Lluvia de energia.

Eso si, es recomendable, en días de buen calor, como en el que nos encontrábamos, el acercarse lo más posible y dejarse empapar por el agua de la cascada. 

La vista del agua cayendo y la sensación es realmente única y muy agradable. Eso sí, mejor ir provisto de toallas o estar dispuesto a tomar el sol por un buen rato.


Cascadas de Bridal Veil.


Las siguientes cascadas son las de Bridal Veil Falls. Desde aquí tenemos la opción de otro pequeño paseo de menos de un kilómetro para tener otra buen punto de vista del río Columbia.

Las cascadas se encuentran a un kilómetro del parking, y están caen bastante más anchas y en dos niveles, aunque no tan altas como las anteriores. En este caso no es posible poder acercase demasiado, pero el río que continua la cascada es otro lugar donde tomar buenas instantáneas.

Unos kilómetros más adelante llegaremos a un parking desde el cual parten buena parte de los trail a cascadas más escondidas en el interior o a antiguos túneles que servían como carreteras hace ya más de un siglo. 

Uno de esto paseos, de cerca de 18 kilómetros de ida y vuelta, te lleva hasta un túnel el cual esta situado justo en la caída de una cascada. Dada la hora y la distancia, decidimos dejar este paseo para otro día.

Avanzando un poco más por la 30, es bastante normal encontrarse con un buen atasco a partir de este punto, sobre todo a las horas del mediodía y en días con muchos turistas. La causa de este colapso de coches son las Multnomah Falls, quizás las más famosas de esta zona.


Cascadas de Wahkeena.


En vista que avanzábamos muy lentos, decidimos parar en las cascadas anteriores, Wahkeena Falls. Aparcar en estas cascadas tiene dos beneficios: primero puedes ver las Wahkeena Falls, y segundo, las siguientes y famosas Multnomah Falls están a menos de un kilómetro andando, que, aunque parezca mentira, se hace más rápido andando que en coche.

Whakeena Falls son quizás las más pequeñas y menos llamativas del todas, están bastante ocultas en la maleza y realmente no destacan ni por su altura ni por el ancho del agua que cae, pero son una más en el tour.

Tras un corto paseo, en donde ademas podremos ver algunos pequeñísimos saltos de agua por el camino, llegaremos a las impresionantes Multnomah Falls. Estas cascadas tienes dos saltos. 

El mas bajo es el mas corto, y el más alto es el más llamativo por su elevación y caída. Podremos llegar hasta casi lo alto de la cascada, eso si, nos costará más de kilómetro y medio de buena subida.


Cascadas de Multnomah.

Los dos tramos de las cascadas de Multnomah.

Salto superior de las cascadas de Multnomah

Salto inferior de las cascadas de Multnomah.

A poco menos de un tercio de este camino encontramos un puente que esta situado entre los dos saltos. Desde aquí tenemos un punto de vista más cercano al segundo y más bajo salto, así como al primero y más alto.

Normalmente estas cascadas se encuentran bastante masificadas, de ahí los problemas de tráfico, y desde luego multitud de gente en la subida a lo alto de la cascada.


Recomendaciones para pasear por el campo.

Dadas las horas de la tarde, decidimos entrar en Multnomah Falls Lodge Restaurante. Un edificio clásico de altos techos que aloja al restaurante. 

Siempre tenemos la oportunidad de contentarnos con un helado o un snack en los puestos que encontramos en la parte baja del edificio, pero este restaurante ofrece algunos platos a precios moderados, y su comedor central esta situado en un salon bastante interesante.


Multnomah Falls Lodge Restaurant.

Muy ricas hamburguesas.

Por suerte para mí, tenían pan gluten free, así que tanto Marcela como yo pudimos disfrutar de sendas y ricas hamburguesas.

Terminada la comida, nos esperaba el paseo de vuelta, pero para nuestra alegría el atasco en la carretera prácticamente había desaparecido, así que de un tiro matamos dos pájaros.

Todavía nos quedan dos paradas más antes de volver a la autopista.


Oneonta Gorge.

Tunel en Oneonta Gorge.

La primera en el Oneonta Gorge, el cual no es una cascada, pero un cañón, bastante estrecho, el cual da acceso a una pequeñas pozas naturales, pero para llegar a estas es necesario recorrer buena parte de río arriba, y en algunos puntos el río puede llegarnos más arriba de la rodillas, así que mejor venir preparado para tales eventualidades.

Más cerca de la carretera encontramos un viejo túnel usado por la carretera original, hoy cerrado al tráfico y solo accesible para el paseo del turista.


Cascadas de Horsetail.

Horsetail Falls.

¿Esta lloviendo?


La última cascada antes de volver a la autopista 84 es Horsetail Falls. la cual puede verse desde la carretera, al igual que Multnomah Falls, pero en esta podemos disfrutar de una pequeña poza para mojar nuestros pies. 

El agua esta muy fría y el suelo es de canto rodado muy resbaladizo.

A pesar de no ser tan alta como Multnomah, esta es bastante impresionante.

Una vez de vuelta en la autopista 84, todavía podremos encontrar otros puntos de interés.

Siguiendo hacia el este por unos cuantos kilómetros llegamos a Boneville, en donde encontramos un presa, la cual se puede visitar hasta la cinco de la tarde, y un criadero de peces, en el cual según nos dijeron hay un edificio con un cristal en el fondo del río, desde donde se puede ver a los peces en el río.

Más al este esta Cascade Locks, con el puente Bridge of Gods como lo más destacado, el cual cruza el Columbia River.


Columbia Gorge Historical Hotel.

Vista del Columbia Gorge Historial Hotel.

Quizás el punto más interesante lo encontramos al llegar a Hood River. Allí podremos acceder, y acomodarnos, si estamos dispuestos a pagar lo suficiente, al Columbia Gorge Hotel. 

Este es un punto histórico, pues este hotel servía de punto de reunión de muchas de las celebridades de otrora que venían hasta Oregon para disfrutar de los maravillosos paisajes que nos ofrece el río Columbia.


Vistas del Columbia River desde el Columbia Gorge Hotel.

Cascada en Columbia Gorge Hotel.

Jardines.

El hotel esta muy mono, pero lo mejor son los jardines que lo rodean y las vista que podemos disfrutar del río Columbia, incluso de una cascada que cae hacia el rio desde mitad del hotel.

Con un paseo por el hotel, terminamos nuestro tour por el Columbia River. El río sigue mucho más al este, y con el otros interesantes lugares a visitar, pero nuestro interés se centraba en estos momentos en Mount Hood.

El día estaba y había estado y agradable y soleado, pero parecía que el tiempo iba a cambiar drásticamente para el siguiente día. Sí, estamos en verano, pero cuanto más se acerca uno a Seattle, más húmedo e imprevisible que se vuelve en tiempo.

Elegimos pernoctar en el Best Western Mount Hood, que se encuentra localizado en Government Camp, y ofrece buenas vistas del monte, siempre y cuando tengas habitación con vistas al monte, no como en nuestro caso, con maravillosas vistas al parking.


Vistas de Monte Hood cerca de Dee.

La ruta de acceso sale de la autopista 84 a través de la carretera 35 y luego de la 26. Las dos, junto con la 30 que acabábamos de recorrer dibujan un loop alrededor de Mount Hood, con el Río Columbia cubriendo todo el norte.

En lugar de empezar conduciendo la 35 desde Hood River, es mejor tomar una desviación hacia Dee, para volver a tomar la 35 en Parkdale. Esta carretera nos va a ofrecer una vistas mucho más espectaculares de esa gran montaña.


Vista de Mount Hood.

Llegados al hotel cerca de la ocho de la tarde, apenas nos quedaban ganas de tomar una cerveza y una alitas en el Mount Hood Brewing Company, el cual se encuentra al lado del hotel.


Best Western Mount Hood.

A pesar de que no tenían cerveza gluten free, tenían una muy interesante sidra con ginger y lavanda, la cual tenía un sabor muy interesante. Incluso más profundo que la cerveza con lavanda que tomo Marcela, y que no la dejo muy impresionada, incluso ella prefirió mi sidra a su cerveza. 

Para mi desgracia, las alitas estaban empanadas, así que tuvimos que sustituirlas con unos nachos y patatas fritas ya de vuelta al hotel, aunque, antes cerramos el jacuzzi del hotel, pues hoy el día había sido bien intenso.



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