La Luna de Miel: Hanging Gardens

Templo prĆ³ximo al hotel

Como habĆ­amos hecho en nuestro primer dĆ­a en el Ayana Resort, hoy lo Ć­bamos a dedicar en su totalidad a disfrutar del Hanging Gardens Resort. La ruta del dĆ­a anterior entre Denpasar y Ubud habĆ­a sido interesante, pero no nos habĆ­a dejado demasiado tiempo para disfrutar de nuestro nuevo hotel.

Despertando en la habitaciĆ³n.

Detalle floral que nos encontramos por la maƱana en la habitaciĆ³n.

Preparandonos para empezar el dĆ­a.

Empezamos el dĆ­a con un exuberante desayuno. Con pan gluten free especialmente cocinado para mĆ­, junto con otros platos especialmente hechos tambiĆ©n sin gluten. Tuvimos arroz, pasta (sin gluten), jamĆ³n, chorizo, queso, tomates asados con zumos de fruta y cafĆ©. Todo lo que quisieras y pudieras comer. Incluso dejamos de lado algunos platos de arroz con salchichas, bacon, fruta, yogurt, cereales y demĆ”s ...


Rico y tranquilo desayuno.

Vistas desde nuestra mesa de desayuno.

Disfrutando las vistas.

Al acabar el desayuno fuimos a la recepciĆ³n del hotel, para preguntar por unos cenas romĆ”nticas que habĆ­a visto el dĆ­a anterior. HabĆ­a varias, como una cena en la piscina, esta vez montaban todo encima de una plataforma, con mesa, sillas y demĆ”s y se cenaba allĆ­ a la luz de la luna.

Pero al final la que elegimos fue esta:

Secret Romantic Dinner (Cena RomĆ”ntica Secreta): salida del hotel hasta el lugar de la cena secreta romĆ”ntica, seguido de una paseo por la jungla hasta llegar al templo del agua sagrada. En este manantial sagrado, vive la experiencia del ritual de purificaciĆ³n por un mangku del lugar (sacerdote hindĆŗ), el cual dirigirĆ” las oraciones, seguido de un masaje en los pies en la terraza junto al rĆ­o en la parte baja del valle.

TambiĆ©n preguntamos por alguna actividad fuera del hotel, y la que mĆ”s nos convenciĆ³ fue la del paseo en Elefante, el cual, le hacia mucha ilusiĆ³n a Marcela, asĆ­ que reservamos uno para el Viernes, porque habĆ­amos quedado con el conductor del taxi en un tour por el norte para el dĆ­a siguiente, pasando por su pueblo natal, Amed.


Distintas esencias que encontramos en la tienda del hotel.

En las escaleras del hotel.

Una vez hechas todas las reservas, decidimos bajar todo el valle hasta el rio y subir la otra ladera hasta el templo. Lo cierto es que pensamos que serƭa un paseo tranquilo, pero al final resulto bastante mƔs esforzado de lo que pensƔbamos, pues las laderas estaban mƔs empinadas de lo que creƭamos. Ademas hay que unir el fuerte sol y el calor, la humedad y que no llevƔbamos nada de agua, asƭ que pronto empezamos a sudar de lo lindo, pero al final y despuƩs de subir por la jungla, conseguimos llegar a la cima del templo.


Cruzando el rĆ­o.

Manera mucho mƔs fƔcil y eficiente de cruzar el rƭo.

El paseo, a pesar de todo, fue increƭble, casi como si se tratara de una aventura de Indiana Jones, atravesando rƭos, descubriendo templos ocultos en la floresta de la selva, estatuas escondidas detrƔs de enormes hojas, hasta llegar a la cima y al templo principal.





Diferentes estatuas que encontramos subiendo al templo.

Desde lo alto las vistas eran sin par, pudimos ver todo el hotel y el valle desde el otro lado, casi igual de impresionante.

Curiosamente esta era la primera vez que conseguĆ­amos acceder a un templo en la isla. 

Tanto el camino como el templo en sĆ­, estaban totalmente vacĆ­os. 

EstƔbamos en el mismo lugar donde tendrƭamos la cena esa misma noche, o al menos eso era lo que pensƔbamos en aquellos momentos.


Vistas del valle desde lo alto del templo.

En la entrada del templo.

Escaleras de entrada al templo. Al fondo al otro lado del valle el Hanging Gardens.

Diferentes construcciones que encontramos en el templo.

Un momento de meditaciĆ³n y tranquilidad.

Dentro del templo.

Bienvenidos al Dalem Segara Temple.

DespuĆ©s de un montĆ³n de fotos y un buen y merecido descanso, empezamos el camino de vuelta al hotel, y la verdad es que la vuelta resulto ser mucho mĆ”s fĆ”cil que la ida.

Tras la excursiĆ³n llego el merecido descanso en la infiniti pool. IncreĆ­ble la piscina, y si a ello se suma la sombra, las hamacas, agua fresca y una sidra, ya para terminar de complementarlo para tener una tarde idĆ­lica.


Infiniti pool del Hanging Gardens.
Disfrutando de la piscina y de las vistas.

Entre los dos niveles.

El lugar era totalmente mƔgico, la piscina, las vistas, el templo, la jungla, el valle y Marcela descansando en el agua. Parecƭa no cansarme de tomar foto tras foto desde todos los posibles Ɣngulos, no querƭa perderme ni el mƔs mƭnimo detalle para poder recordarlo todo perfectamente cuando dejƔramos aquel paraƭso.


Casi, casi como estar en el paraĆ­so.


DespuƩs de unos largos en la piscina superior y otros en la inferior, jugar con las cascadas, asomarse al borde de la jungla y un par de sidras con patatas fritas, todo mezclado con un buen descanso en la tumbona, decidimos volver a la villa para poder disfrutar de nuestra piscina privada y prepararnos para la cena secreta romƔntica.


Merecido descanso.

Y con quƩ vistas!

La tarde estuvo de sustos con nuestro material fotogrƔfico, pues tuvimos problemas con la cƔmara de Marcela y la mƭa, pero al final pudimos solventarlo satisfactoriamente.

A eso de las siete de la tarde llego el taxi para llevarnos al lugar de la cena. Fue un corto paseo de apenas diez minutos, justo hasta la entrada superior del templo en donde habƭamos estado esa misma maƱana. Allƭ, ya nos estaban esperando varios camareros. Nos explicaron como iba a ser toda la cena.


Preparados para la cena romƔntica secreta.

Llegando al templo.

Primero comenzaron hablando sobre el templo, el cual para nuestra sorpresa tenĆ­a solo treinta aƱos de antigĆ¼edad, pues parecĆ­a mucho mĆ”s antiguo y fue construido por el Ćŗltimo rey de la comarca.

El templo estaba mucho mƔs impresionante de noche que de dƭa. Habƭan colocado velas bordeando las escaleras principales que daban acceso a Ʃl. Asƭ que ahora estƔbamos bajando estas, iluminados a la luz de la luna y de las velas. La verdad es que se nos puso la piel de gallina en esos momentos.


En la entrada del templo a la luz de las velas.

Increible la decoraciĆ³n que habĆ­an montado y las vistas.

Nos recibieron con unos zumos de lemongrass y un par de canapĆ©s gluten free. Deliciosos. DespuĆ©s el chef nos explico cual iba a ser el menĆŗ, que iba a cocinar allĆ­ mismo para nosotros. Todos los ingredientes estaban allĆ­ expuestos delante de nuestros ojos. Muchos con hielo para conservarse frescos, otros sobre hojas de arboles locales. Al lado de la mesa con estos habĆ­a una cocina portĆ”til donde iban a cocinar la cena.


IncreĆ­ble recibimiento.




Tomando un canapƩ con el cocktail.

Tuvimos mƔs canapƩs como entrante, junto con una ensalada de rollos de vegetales y un sopa de marisco. Tomamos unos cocktails para acompaƱar los entrantes.


Vistas del hotel desde el templo.




Estuvo dura la cocinada!

Realmente todo el mƩrito es suyo.

El plato principal consistƭa de pescado (Sniper Fish) con unos pinchos de ternera, pollo y cerdo, acompaƱados de arroz y vegetales, y para terminal un plato de mariscos preparados en una hojas de palma; todo ello regado con un vino blanco, un Jumilla de EspaƱa.

El postre fueron frutas variadas, con arroz negro, plƔtano frito y arroz pegajoso son coco.


PreparaciĆ³n de la mesa, no faltaba ningĆŗn detalle.

Ahora, a disfrutar de la cena!

Que puedo decir, todo estaba absolutamente delicioso, y se sentĆ­a bien frescos todos los alimentos. Y el trato que recibimos de camareros y chef fue exquisito, siempre atentos a cualquiera de nuestras necesidades o preguntas, incluso con las continuas fotos que les pedĆ­amos cuando llegaba cada nuevo plato.


Maravillosa vista!

DespuƩs de tomar un cafƩ y una copa de Oporto, fuimos a nuestra primera ceremonia, que consistƭa en escribir un deseo, ponerlo dentro de una globo-lampara de papel y dejarlo subir a los cielos. Fue muy especial ver como las lamparas se perdƭan en la infinitud de la noche y de la luna.


Poniendo nuestros deseos en las lamparas de papel antes de lanzarlas a la noche.

Tras los deseos, volvimos a subir las escaleras del templo, dentro del cual ya nos estaba esperando el sacerdote para la ceremonia de purificaciĆ³n del agua. Esta fue un poco mĆ”s larga de lo que pensaba y constaba del sacerdote pronunciando a increĆ­ble velocidad y, imagino que en algĆŗn tipo de lenguaje hindĆŗ, un montĆ³n de oraciones, que no pudimos comprender en absoluto.

Al final nos dieron agua para beber y para derramar sobre nuestras cabezas, asĆ­ como arroz pegajoso que se quedo pegado en nuestra frente.

Mientras esperƔbamos por el taxi para traernos de vuelta al hotel, estuvimos conversando con los camareros y el chef, que estaban tambiƩn esperando con todas las neveras y cocina portƔtiles para llevarlas de vuelta.


Un masaje en los pies para terminar la noche.

De vuelta al hotel nos estaban esperando en las instalaciones que tienen junto al rio, abajo del valle. Allƭ un par de masajistas del club de salud del hotel nos dieron un relajante masaje en los pies, todo eso con el tranquilo sonido del correr del rio, mientras que tomƔbamos un tƩ de frutas que nos habƭan ofrecido al llegar.

Y asƭ, ya estƔbamos dispuestos para ir a dormir, ya era bastante avanzada la noche y no se oƭan nada mƔs que los sonidos de la jungla, que maravilloso dƭa en el Hanging Gardens Resort.





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